Hay muchas personas que son reticentes a adoptar perros adultos. Esto es así porque se suele pensar que un perro que ya se ha hecho mayor es difícil de educar. ¡Nada más lejos de la realidad! Los perros adultos que esperan a ser adoptados normalmente están muy agradecidos al llegar a su nuevo hogar, y también están abiertos a aprender las nuevas normas de convivencia.
Educar a un perro adulto tiene una gran ventaja: son más tranquilos y tienen más capacidad de atención que los cachorros.
Formas de educar a un perro adulto
Educar a un perro adulto es posible con paciencia y técnicas de refuerzo positivo. Enseña a tu perro desde órdenes sencillas como acudir cuando le llaman hasta pasear sin estirar de la correa. Te damos algunas claves de cómo hacerlo.
- Cuando llegue a su nuevo hogar, debes tratar a tu perro con cariño, pero también con firmeza. Es conveniente que los primeros días no interactúe con muchas personas diferentes, sino principalmente con aquella que le va a cuidar a diario.
- Enséñale desde el principio cuál es su sitio en su nuevo hogar. Muéstrale dónde puede ir a beber agua, dónde va a comer, dónde va a dormir y cuándo va a realizar sus necesidades. Comienza con una rutina muy marcada para que pueda interiorizar los nuevos hábitos.
- Un perro adulto se sentirá inseguro los primeros días. Cuando salgas a pasear, llévalo con correa y realiza siempre el mismo recorrido para que se lo aprenda y se sienta más confiado.
- Una vez se haya establecido en casa, puedes utilizar las mismas técnicas de educación que emplearías con un cachorro. Puede aprender igualmente las órdenes básicas como sentarse, tumbarse, dar la pata, venir… Comienza con sesiones a diario que no duren más de 5 minutos y realiza las sesiones de educación en espacios tranquilos sin estímulos externos. Además, es conveniente que las sesiones se realicen tras el paseo para que el perro no esté nervioso.
- Los perros aprenden normalmente a través de aprendizaje asociativo. El refuerzo positivo es la mejor forma de enseñarles que los diferentes comportamientos buenos tienen recompensas, y esta asociación terminará por integrarse en sus rutinas y acciones. El refuerzo positivo no tiene por qué ser una chuche o comida, que también. Se puede reforzar una buena conducta a través de caricias, juguetes… cualquier cosa que tu perro entienda como buena. La recompensa debe ser inmediata para que asocie a qué se debe.
- No utilices el castigo. Si realiza una acción negativa, un buen modo para corregirlo es a través de un comando como “No”. Si va acompañado de un parón en el juego o en la actividad que estéis haciendo, asociará que ese comportamiento no debe repetirlo. Nunca hay que utilizar el castigo físico.
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Qué hacer si no conseguimos que el perro aprenda
Si no somos capaces de que el perro adulto reacciones ante nuestras sesiones, es conveniente pedir ayuda profesional a un adiestrador canino. Con paciencia, ¡es posible educar a un perro adulto!
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