¿Pueden los gatos tener síndrome de Down? Es una pregunta muy frecuente que se hacen los veterinarios y los que acaban de compartir su vida con un gato. Aunque la respuesta corta a la pregunta es no, es cierto que los gatos pueden tener síntomas similares a los del síndrome de Down. Desde rasgos de comportamiento inusuales hasta una apariencia física peculiar que puede parecer que sí.
Aquí veremos las mutaciones genéticas que pueden producirse en los gatos y que les confieren cualidades similares a las del síndrome de Down.
Por qué los gatos no pueden tener síndrome de Down
Los humanos tienen 23 cromosomas, y es una copia extra de un cromosoma en el par 21 lo que causa el síndrome de Down. Los gatos sólo tienen 19 cromosomas, lo que significa que no pueden tener síndrome de Down, como lo comprendemos genéticamente los seres humanos.
Sin embargo, los gatos pueden tener mutaciones genéticas. Pero eso no significa necesariamente que el bajo tono muscular, el comportamiento distante y los rasgos físicos inusuales tengan una correlación con una copia extra de cromosomas.
Aprende el comportamiento de los gatos en nuestro post.
Síntomas del llamado «síndrome de Down» en los gatos
Aunque a los gatos no se les puede diagnosticar el síndrome de Down propiamente dicho, pueden tener trastornos genéticos o enfermedades de naturaleza similar, que veremos a continuación.
- Nariz aplastada o plana.
- Rasgos tristes.
- Ojos muy separados en la cara.
- Ojos desviados.
- Inusualmente torpe.
- Dificultad para excretar.
- Disfunción motora.
- Problemas cardíacos, de audición y visión.
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¿Qué causa los síntomas del «síndrome de Down» felinos?
La causa es multifactorial, o sea que pueden ser varios o muchos motivos. Las anomalías físicas y de comportamiento del llamado síndrome de Down felino pueden ser indicativas de una serie de otros problemas, desde enfermedades neurológicas, infecciones víricas, anomalías congénitas e incluso traumas.
Por ejemplo, los gatos también pueden sufrir hipoplasia cerebelosa, una afección que provoca rasgos de comportamiento similares al síndrome de Down.
Físicamente, también pueden tener cierta semejanza con el síndrome de Down. Los gatos cuyas madres estuvieron expuestas a ciertas toxinas que pueden afectar a la estructura facial y al sistema neurológico. Cualquier tipo de traumatismo en la cara y la cabeza, especialmente a una edad muy temprana, puede causar daños neurológicos permanentes y lesiones físicas que pueden parecer presentes desde el nacimiento.
Finalmente, en caso que creas que tu gato puede tener algún problema de salud derivado a una mutación genética existe la probabilidad de hacer un análisis genético y salir de dudas.
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