La alergia alimentaria en el perro es más común de lo que parece. Lo primero es diferenciarlas de las intolerancias y saber identificar los síntomas para tomar las medidas más adecuadas para nuestro animal.

Además, en este tipo de casos es imprescindible consultar con tu veterinario de referencia.

Las alergias alimentarias más frecuentes y sus síntomas

Las alergias alimentarias en los perros pueden surgir a lo largo de toda su vida. No existe un signo claro y característico aunque, por lo general, aúnan tres patrones de conducta:

  • Por un lado, aparecen problemas gastrointestinales como diarreas o vómitos.
  • Además, los picores son constantes en el animal.
  • A todo ello, se une la pérdida de pelaje.

A diferencia de otras alergias, como la del polen, todos estos síntomas se mantienen constantes en el tiempo. Esto significa que aparecen en cualquier momento del año y no desaparecen hasta que se detecta el problema y se ofrece el tratamiento más adecuado.

Para que la alergia se desencadene el animal tiene que exponerse de manera frecuente a la proteína que su sistema inmunológico detecta como negativa. Esto supone que, en la mayoría de los casos, el fenómeno se dé tras un cambio de alimentación.

Estos son algunos de los alimentos más habituales como alérgenos en los perros:

  • Carnes blancas
  • Lácteos
  • Huevos
  • Cereales
  • Soja

La alergia alimentaria puede confundirse de manera frecuente con una intolerancia del mismo tipo. Es importante diferenciarlas, ya que, la primera es mucho más peligrosa que la segunda.

En el caso de la intolerancia los síntomas digestivos son mucho más comunes mientras que la dermatitis, especialmente visible en las patas, es el factor diferencial de las alergias.

Para confirmar el diagnóstico se recurre a un cambio de alimentación se opta por la dieta de eliminación, que emplea comida con muy pocos ingredientes o piensos hidrolizados.

También se puede realizar una prueba cutánea para descartar los principales alérgenos alimentarios.

Cómo regular la comida y su tratamiento ante una alergia alimentaria

En aquellos casos en los que se confirma la alergia alimentaria es el momento de crear una nueva dieta para el animal.

Los alimentos se añaden de uno en uno en periodos de 8 a 10 semanas. En esta franja de tiempo tienes que estar atento a cualquier tipo de reacción. En caso de que surja, será uno de los alimentos prohibidos.

Este proceso se sigue hasta que se consigue introducir una dieta equilibrada en el animal que no le cause ningún problema. Una vez establecida se mantiene invariable al paso del tiempo.

Estos son algunos de los alimentos que no suelen provocar alergias:

  • Carnes como cordero, pato o conejo.
  • Vegetales y frutas.
  • Pescados como salmón, atún y sardina.

Por otro lado, para tratar los síntomas de la alergia se recurre a antihistamínicos especialmente diseñados para ello, es importante no emplear medicación de uso humano en el animal.

Será el especialista el que decida la dosis y el tiempo de toma hasta identificar el componente alérgico y suprimirlo de la alimentación.

La alergia alimentaria en el perro provoca una dermatitis aguda y problemas digestivos en el animal. Es importante detectar el alimento causante y eliminarlo de manera definitiva de su dieta.

¿Cómo actuar ante una reacción alérgica?

Pues seguramente te lo estés imaginando: debes ir al veterinario.

Las visitas al veterinario pueden ser caras, lo sabemos, pero lo primero, siempre, debe ser la salud de tu perro.

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