La mayoría de las personas que tienen un gato, suelen disfrutar de la tranquilidad de que al tenerlos en casa (aunque depende del carácter de cada gato) son menos receptivos a contraer infecciones provocadas por parásitos. Pero si vives en una zona de campo o tu gato está en contacto con otros animales, aumenta la probabilidad de contraer infecciones por insectos o parásitos. Además, aunque vivas en una ciudad, el dipydilium y tenias en gatos, siguen suponiendo un riesgo para su salud.

Y aunque cuente con medidas antiparasitarias, muchas veces, es inevitable.

¿Qué es el parásito Dipylidium y como se contagia?

El dipylidium es un tipo de tenia intestinal (gusano) que se adhiere al intestino delgado el gato y se alimenta de parte de lo que ingiere el huésped llegando a medir hasta 60 cm.

Las tenias en gatos pueden ser Dipylidium caninum y Taenia taeniaeformis. El primero se contagia por ingestión de pulgas y piojos contaminados; el segundo por ingestión de pequeños roedores y, a veces, conejos.

En el caso del Dipylidium existen dos casos de huéspedes; huésped definitivo y huésped intermediario. El huésped definitivo contiene los gusanos adultos, los cuales se alimentan y reproducen, dando lugar a la puesta de huevos. Los huevos son ingeridos por el huésped intermedio y posteriormente se transforman en larvas.

Por lo tanto, la forma más común de contraer el parásito es a través de alimentos crudos como el pescado o a través de la ingesta de pulgas que contienen estas larvas. Lo cual, no es de extrañar teniendo en cuenta que los gatos usan su lengua para el acicalamiento y el aseo.

Por suerte, este tipo de parásitos no se reproduce en humanos, pero si podemos ser huéspedes de uno a través del contacto con nuestro gato. Y no es de extrañar que pueda sucedernos a través de:

  • Contacto directo con sus heces cuando limpiamos el arenero y estas contienen larvas. Es posible que por accidente lleguen a tus manos y posteriormente a tu boca.
  • Por la picadura de una pulga. Ocasionalmente son usadas como vectores por los parásitos para transmitir la infección a nuevos huéspedes.

Si quieres conocer las afecciones más comunes en gatos, lee el post de Enfermedades y accidentes comunes en gatos

Síntomas,  ¿Cómo me doy cuenta de que mi gato tiene una tenia?

Por lo general estas infecciones son asintomáticas y el diagnóstico puede resultar complicado. Debes observar si existe irritación anal, si hay restos del gusano alrededor del ano o si observas a tu gato lamerse la zona perianal con frecuencia y/o intensidad.

Cuando la infección es avanzada los síntomas sí serán más evidentes. Principalmente podremos observar dos:

  • Obstrucción intestinal: debido a la proliferación de las larvas que puedan obstruir el tracto digestivo. Por lo que la deposición pueda ser mucho más espaciada, costosa para el animal o incluso pueda presentar diarrea.
  • Pérdida de peso: relacionada estrechamente con el robo de nutrientes del gusano en su intestino delgado.

Tratamiento

Este tipo de infestaciones son bastante comunes y, por suerte, el tratamiento es bastante eficaz y exitoso.

Será imprescindible, que, tras comprobar los síntomas de tu gato, acudas a un veterinario que le prescriba un tratamiento farmacológico adaptado.

En muchas ocasiones, es difícil conocer el foco de la infección. Puede tratarse de un contacto ocasional con un hospedador intermediario o una plaga. Para ello debes estar atento y observar el entorno del gato, ya que un solo tratamiento esporádico puede ser insuficiente para la erradicación.

Para evitar la infestación podemos tomar medidas preventivas como evitar darle alimentos crudos, la ingesta de roedores u otros animales muertos y acudir periódicamente al veterinario para la desparasitación estival, la cual suele ser 4 veces al año (una por estación).

Queremos recordarte que el mejor tratamiento siempre es la prevención.

Si tu gato aun no cuenta con un seguro que cubra estas visitas al veterinario, no dudes en consultar los seguros para gatos de Aon o pedir información.