Igual que las personas, un perro puede tener miedo. Hay perros más miedosos que otros. También hay algunos muy precavidos, y otros que reaccionan de forma exagerada a cualquier estímulo no esperado.

¿Cómo sabemos si un perro tiene miedo? Por sus señales físicas: cola escondida, músculos en tensión, cabeza baja, mirada apartada, temblores, jadeos… cada uno lo demostrara de diferentes maneras.

¿Quieres saber cómo ayudar a suavizar el miedo de un perro? Te contamos algunos trucos.

Los miedos más comunes en los perros y cómo calmarlos

Miedo a los ruidos fuertes

Cada vez hay más personas que piden la limitación de petardos y fuegos artificiales en fechas señaladas, y uno de los motivos más importantes es el miedo que padecen muchos perros ante esos ruidos.

No solo los petardos les alteran: hay perros con miedo a los truenos, a la lavadora… a cualquier ruido inesperado y que no saben de dónde proviene.

  • En el caso de los ruidos caseros, es más fácil educarlos y exponerles poco a poco para que entiendan de dónde provienen y que no son peligrosos. La recomendación en estos casos es practicar el refuerzo positivo con algún premio, e ir acostumbrándolos poco a poco.
  • El caso de los petardos es muy diferente, ya que no suele depender del dueño del perro, sino de terceros. Si ya sabemos que va a haber ruidos ese día podemos sacarlo a pasear por la tarde, jugar con él y dejar que suelte la energía para que después esté más tranquilo. Otras recomendaciones:
    • Cerrar bien ventanas y puertas para minimizar el ruido.
    • Crear una zona donde se sienta seguro, y poner allí sus juguetes y otros elementos que le hagan sentir protegido.
    • Quedarse con él para que se sienta acompañado, pero sin reforzar positivamente el miedo o ansiedad a través de caricias o premios. Es importante que muestres una actitud de tranquilidad para transmitirle que no pasa nada.

Como curiosidad, en el siguiente video explicamos porqué tu perro no quiere salir en los días de lluvia, y no se trata tanto del miedo al agua, sino al ruido. ¡Dale al play!

Miedo a la soledad

La ansiedad por separación es muy común, especialmente en algunas razas que necesitan más compañía. También puede aparecer cuando existe un fuerte apego o cuando han pasado por situaciones traumáticas al estar solos.

Hay algunas cosas que puedes hacer para mejorar esa ansiedad cuando se quedan solos, aunque dependerá mucho del animal. Es recomendable que si es una situación habitual y no puedes controlarla, acudas a un veterinario.

  • Entretenimiento + refuerzo positivo. Puedes conseguirlo dejándole con un juguete que esconde chucherías en su interior para que se quede jugando y asocie la soledad con un recuerdo positivo.
  • Tranquilidad al irte y al volver. Si le das caricias antes de marcharte de casa puede pensar que le vas a llevar contigo. Igualmente si cuando vuelves le haces mucho caso cuando está nervioso, mantendrá el comportamiento. No es cuestión de ignorarlo, sino de saludarle tranquilamente sin efusividad.
  • Acostúmbralo desde pequeño. Puedes hacer salidas graduales y cortas para que vaya entendiendo que no siempre vas a estar en casa.

Miedo al veterinario

Igual que las personas cuando van al médico, hay perros que tienen miedo y lo pasan realmente mal en el veterinario. Eso es porque pueden haber asociado una situación desagradable (un pinchazo, una posición incómoda…) con ese entorno.

Para mejorarlo, hay que propiciar visitas al veterinario que sean más rutinarias y agradables, para que pierda ese miedo.

Si el miedo es muy fuerte, se puede recurrir a algún fármaco (siempre bajo supervisión y aprobación médica).

¿Has probado a ponerles música tranquila? o alguna otra solución que funcione? ¡Dínoslo en comentarios!

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