El cuidado de los perros cada vez cobra más importancia, y es por este motivo que vemos muchos seguros adaptados a las necesidades que tienen estos animales domésticos. Contar con uno aporta tranquilidad a los dueños ya que aseguras la atención veterinaria en momentos muy importantes como enfermedades o accidentes. En el texto de hoy te vamos a hablar de las exclusiones más comunes que hay en los seguros para perros.
Enfermedades preexistentes
Normalmente, las aseguradoras lo excluyen porque son condiciones de salud que tiene el perro previas a la contratación del seguro. Los gastos o tratamientos que son provocados por este motivo ya existían antes de la fecha del inicio de la póliza por lo que en la mayoría de los casos los dueños se deben hacer cargo del coste. En estos casos, es muy importante señalar la enfermedad en el momento en el que contratas un seguro debido a que de no hacerlo la cobertura se podría invalidar.
Enfermedades hereditarias o congénitas
Como hemos comentado antes, las enfermedades hereditarias o congénitas están presentes desde el nacimiento por lo que los seguros la excluyen por el mismo motivo que las preexistentes. En algunos seguros puedes contratar su cobertura, pero supone un coste extra que también está sujeta a limitaciones.
Tratamientos estéticos
La limpieza dental, el corte de pelo o baños especiales no suelen estar cubiertos por los seguros porque no son gastos médicos necesarios que hayan sido provocados por una enfermedad o lesión que se consideren esenciales para la salud del perro.
Para conocer en profundidad la póliza que contratas lo más recomendable es revisar los términos y condiciones para entender lo que no entra dentro del seguro.
Cómo elegir un seguro para perros grandes: Ventajas y limitaciones
Esterilización y castración
Lo primero que tenemos que saber es que se considera un procedimiento electivo y preventivo, no ven que sea necesario para tratar una enfermedad o lesión. Algunas aseguradoras ofrecen paquetes adicionales de bienestar en las que puede estar incluido, pero con un coste adicional.
Daños causados por negligencia médica
Cuando se da una mala praxis del profesional veterinario lo más común es que los seguros no cubran al animal. Esto sucede porque la responsabilidad recae sobre el veterinario y es su seguro el que se hace cargo de los gastos.
Cuando el dueño de un perro considera que ha sido víctima de una negligencia lo mejor es que acuda a una asesoría legal para conocer las indemnizaciones que puede llegar a tener.
Atención veterinaria no derivada de un accidente
Las vacunas, los tratamientos preventivos o las revisiones rutinarias no suelen estar cubiertas en los seguros. La mayoría de las pólizas para mascotas van dirigidas a gastos que estén relacionados con enfermedades y lesiones inesperadas, por este motivo la atención veterinaria que no deriva de un suceso inesperado no entra dentro de las coberturas.
Daños sufridos por participación en actividades de riesgo
Se entiende como actividades de riesgo las competiciones de agilidad, la caza o cualquier actividad que implique un riesgo elevado de lesiones. En este caso, en la mayoría de los seguros no se hacen cargo de estos gastos por la alta probabilidad de que suceda un accidente o el perro se lesione
Hurto o extravío
Como hemos estado viendo los seguros cubren los gastos provocados por enfermedades o lesiones, por lo que, si el perro se pierde o lo roban, no se hacen cargo de los gastos que pueda provocar esta situación.
Daños provocados intencionadamente por el asegurado
Las aseguradoras no cubren gastos intencionados que haya provocado el dueño del perro, aunque el resultado de lo que ha hecho sea una lesión o daño. En otras situaciones puedes consultar con el seguro para saber cuál se adapta más a tus necesidades, además de para ver las condiciones o términos. En esta situación la exclusión de la cobertura es más clara porque así se busca evitar el abuso del sistema de aseguramiento.
Considerar contratar un seguro para tu perro puede ser de gran ayuda cuando se desarrollen situaciones en las que por accidente el animal resulta lesionado. Sin embargo, es crucial entender las exclusiones más comunes que pueden afectar a la cobertura, como pueden ser las enfermedades preexistentes y hereditarias, los tratamientos estéticos o los daños por negligencia. Lo más recomendable antes de contratar un seguro es leer minuciosamente los términos y condiciones de la póliza para resolver todas las dudas, y consultar todos los planes que haya para ver cual se adapta más a las necesidades de tu perro.
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