El Gran Danés, al que también se conoce como Dogo Alemán, es una de esas razas que no pasa desapercibida allí por donde va. De eso se encarga su tamaño imponente, pues estamos ante uno de los perros más grandes del mundo.
Además, a ello ha contribuido la selección que han ido haciendo los criadores, la cual ha conseguido colores espectaculares como el arlequín o el azul.
Origen del Gran Danés
Aunque su nombre indica lo contrario, sus orígenes están en Alemania. Hay diversas teorías, pero una de las más aceptadas dice que la raza tiene alrededor de 400 años de historia y que desciende de los mastines que criaba la nobleza para la guarda y la caza.
Eran cazadores muy populares, al ser uno de los pocos perros capaces de tumbar a un jabalí. Por eso, la clase alta de la época lo adoraba.
Como ocurre con otras muchas razas, su aspecto ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Así, el Gran Danés actual surge en el siglo XIX, llegando más o menos igual hasta nuestros días.
Características físicas del Gran Danés
La principal característica de esta raza es su tamaño. Los machos llegan a alcanzar los 81 cm de altura y a pesar 59 kilos, mientras que las hembras no suelen sobrepasar los 76 cm y pesan lo mismo.
Tienen una cabeza enorme, proporcionada al resto del cuerpo. Las orejas le caen hacia delante y hace ya un tiempo que no se cortan, por lo que tiene una expresión más amable.
Pese a su altura y a los kilos, el Gran Danés es un perro grácil que se mueve con velocidad y de manera ligera. Se nota que es musculoso, con patas rectas y funcionales.
En cuanto al pelo, este es corto y liso con colores como el atigrado, el azul, el leonado o el arlequín (fondo blanco y manchas negras).
Debido a su tamaño, la esperanza de vida no es muy alta. De hecho, suelen morir entre los 8 y los 10 años.
Rasgos de personalidad del Gran Danés
Son perros muy cariñosos con su familia y reservados con aquellos que no conoce. No es una raza agresiva, pero dada su fuerza, lo mejor es socializarlos desde edades muy tempranas, tanto con personas, como con perros y con otras mascotas.
Adoran a los niños, pero cuando son jóvenes hay que tener cuidado debido a que no controlan su cuerpo. Muestran una gran torpeza y llegan a hacer daño a los más pequeños por manotazos o golpes.
Se pueden adiestrar de manera muy sencilla si desterramos los castigos. Empleando técnicas de adiestramiento positivo, se consiguen buenos resultados.
Buscan la compañía de las personas. Pese a que antaño fueron guardianes de propiedades, ahora quieren estar cerca de los suyos. De lo contrario, pueden ser grandes destructores.
¿Qué cuidados hay que dar a la raza de perro Gran Danés?
El principal cuidado tiene que ver con la alimentación. Por su rápido crecimiento, peso, tendencia a padecer displasia de cadera y torsión de estómago, hay que tener cuidado con la comida.
Siempre le daremos un pienso apropiado a la etapa en la que está y de calidad premium, separando las tomas a lo largo del día para que no coma demasiado cada vez.
También requiere actividad, pero no tanta como podemos pensar en un principio. De hecho, no son animales para salir a correr o hacer grandes caminatas, pues lo que mejor les va es el ejercicio moderado en exteriores.
No necesitan mucho más, ya que por su pelo liso y pegado al cuerpo bastará con un cepillado una vez cada varias semanas y con bañarlo si se ha ensuciado demasiado o huele muy mal.
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¿Cómo es la salud de esta raza?
Estamos ante un perro fuerte, pero debido a su enorme altura y al peso tiende a padecer enfermedades propias de las razas gigantes.
Algunas de ellas son la displasia de cadera, de codo y la torsión gástrica. El corazón también es delicado, en especial conforme se hace viejo, y además hay enfermedades con mayor incidencia en la raza, como las cataratas, el osteosarcoma o el síndrome de Wobbler.
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