Los perros y los gatos tienen un par de glándulas anales situadas a cada lado del recto.  Del tamaño de una canica con forma de saco. ¿Lo sabías? Si no es así, te explicamos para qué sirven y cómo cuidarla en caso de ser necesario.

Para qué sirven las glándulas anales

Estas glándulas producen una secreción maloliente que utilizan para marcar su territorio y comunicarse. Seguro que has visto a tu perro olfatear el trasero de otro. Realmente está oliendo estás glándulas que le puede “decir” si quiere jugar,si está asustado, o si quiere jugar… Y seguro, has visto a tu perro elegir con cuidado donde expulsar sus heces, ya que también excreta el líquido de sus glándulas para marcar su territorio, atraer pareja, etc.

Las glándulas anales tienen facilidad de infectarse, desarrollando saculitis, inflamación e infección en los sacos anales. Por lo que hay que prestar atención a esta parte de la anatomía canina.

Síntomas de inflamación o infección en las glándulas anales

Algunos de los signos o los síntomas que pueden ser producidos por un mal estado de los sacos anales, saculitis anal, podrían ser:

  • Frotación constante del ano por el suelo.
  • Lamido constante en la zona anal.
  • Siente molestia, por lo que en ocasiones no quieren caminar y evita mover la cola.
  • Olor muy fuerte, desagradable y peculiar.
  • En cuadros graves puede ocasionar fiebre y fístula.

Cómo cuidar las glándulas anales de los perros

Para evitar que las glándulas anales de tu perro se impacten o infecten, debes revisarlas regularmente y limpiarlas si es necesario. Es importante saber realizar el gesto con la presión adecuada para no dañar a tu mascota. Por lo que, lo idóneo es que tu veterinario te enseñe a realizarlo y no lo hagas hasta tener la formación adecuada. O simplemente acudir a tu veterinario para las revisiones periódicas y llevar un control del estado de las glándulas.

Cómo evitar la saculitis anal canina

Si quieres prevenir la saculitis anal a tu mascota sigue estos puntos:

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