Riesgos profesionales de los arquitectos y reclamaciones de proyectos terminados
Los arquitectos son profesionales cuyo trabajo implica una gran responsabilidad, ya que deben garantizar la calidad, la seguridad y la funcionalidad de sus proyectos, así como el cumplimiento de la normativa vigente. En este artículo te explicamos cuáles son los riesgos profesionales de los arquitectos más habituales y cuáles son las reclamaciones que pueden recibir de proyectos terminados por parte de sus clientes, proveedores o terceros afectados.
Riesgos profesionales de los arquitectos
Los riesgos profesionales de los arquitectos son aquellos que pueden afectar a su actividad profesional, causando daños materiales o personales, o perjuicios económicos o reputacionales.
Entre estos riesgos destacan:
Errores u omisiones
Pueden ser errores u omisiones en el diseño, el proyecto o la dirección de obra. Los arquitectos pueden cometer errores u omisiones en el desarrollo de su trabajo, como, por ejemplo, calcular mal las dimensiones, los materiales o las instalaciones de un edificio, omitir algún requisito legal o técnico, o supervisar mal la ejecución de la obra. Estos errores u omisiones pueden provocar defectos o vicios en la construcción, que pueden generar reclamaciones por parte de los clientes o de terceros afectados.
Incumplimiento de plazos o presupuestos
Otro riesgo que tienen los arquitectos es el de incumplir los plazos o los presupuestos establecidos para la realización de sus proyectos, debido a causas imprevistas, ajenas o propias. Estos incumplimientos pueden suponer un incumplimiento contractual, que puede generar reclamaciones por parte de los clientes o de terceros afectados.
Daños a terceros
Otro posible riesgo que corren los arquitectos es el de daños a terceros durante la ejecución de la obra. Y es que, pueden causar daños a terceros durante la ejecución de la obra, como, a los trabajadores, a los vecinos o al medio ambiente. Estos daños pueden ser consecuencia de una mala planificación, una mala coordinación o supervisión de la obra. Estos daños pueden generar reclamaciones por parte de los terceros perjudicados.
Responsabilidad decenal por daños estructurales
Los arquitectos tienen una responsabilidad decenal por los daños estructurales que puedan afectar a sus obras terminadas. Esta responsabilidad implica que los arquitectos, que ejerzan como proyectistas o directores de obra u otras figuras dentro de los agentes que establece la Ley de Ordenación de la Edificación, deben responder por los daños que se produzcan en sus obras durante los diez años siguientes a su recepción, siempre que sean consecuencia de un defecto en el proyecto, en la dirección o en la ejecución de la obra. Estos daños pueden generar reclamaciones por parte de los propietarios o usuarios de las obras.
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Cómo prevenir los riesgos profesionales de los arquitectos
Para prevenir los riesgos profesionales de los arquitectos y evitar posibles reclamaciones, es importante seguir una serie de medidas preventivas entre las que destacamos las siguientes.
Estudio previo del encargo y del cliente
Es importante que antes de aceptar un encargo profesional, se realice un estudio previo del mismo y del cliente, para conocer las características, las necesidades y las expectativas del proyecto, así como la solvencia y la seriedad del cliente. De esta forma se puede valorar si el encargo es viable y rentable, y si se ajusta al perfil profesional y a las condiciones del arquitecto.
Firmar un contrato profesional
Es fundamental firmar un contrato profesional con el cliente, donde se especifiquen claramente las condiciones del encargo, como el alcance, el plazo, el presupuesto, las obligaciones y los derechos de cada parte, las formas de pago y las penalizaciones por incumplimiento. De esta forma se evitan malentendidos y se establecen las bases para una relación profesional transparente y satisfactoria.
Cumplir con la normativa
Otra medida imprescindible es cumplir con la normativa vigente aplicable al proyecto, tanto en el ámbito legal, como en el técnico, el urbanístico, el medioambiental o el de seguridad y salud. De esta forma se garantiza la calidad, la seguridad y la legalidad del proyecto, y se evitan posibles sanciones o reclamaciones por incumplimiento normativo.
Realizar un trabajo profesional de calidad
Es esencial realizar un trabajo profesional de calidad, siguiendo los criterios técnicos, estéticos y funcionales adecuados al proyecto, y utilizando las herramientas, los materiales y los recursos necesarios para su correcta ejecución. De esta forma se evitan errores, omisiones o defectos en el diseño, el proyecto o la dirección de obra, que puedan causar daños o perjuicios a los clientes o a terceros.
Supervisar y coordinar la ejecución de la obra
Es muy importante supervisar y coordinar la ejecución de la obra, verificando que se cumplan los plazos, los presupuestos y las especificaciones del proyecto, y que se respeten las normas de seguridad y salud laboral. De esta forma se evitan daños a terceros durante la ejecución de la obra, y se garantiza el buen resultado de esta.
Documentar y comunicar el desarrollo del proyecto
Por último, también es conveniente documentar y comunicar el desarrollo del proyecto, tanto al cliente como a los demás agentes implicados en el mismo, como los proveedores, los contratistas o las administraciones públicas. De esta forma se facilita el seguimiento, el control y la evaluación del proyecto, y se evitan posibles conflictos o reclamaciones por falta de información o transparencia.
Reclamaciones de proyectos a arquitectos jubilados
Como ya hemos comentado, los arquitectos están expuestos a reclamaciones por parte de sus clientes o de terceros afectados por sus proyectos. Estas reclamaciones pueden ser de obras que están en fase de desarrollo, pero también pueden ser de proyectos que ya están finalizados. Incluso puede suceder que el arquitecto reciba una reclamación estando ya jubilado.
Por otro lado, como hemos señalado, la ley de ordenación de la edificación (LOE) establece los plazos y las garantías para reclamar a los agentes intervinientes en el proceso constructivo por los defectos o vicios que puedan aparecer en las obras. Estos plazos varían según la gravedad y el tipo de defecto, y pueden ir desde un año para los defectos de acabado hasta diez años para los defectos estructurales. Además, la ley determina que la responsabilidad civil de los agentes se exigirá de forma personal e individualizada, pero también puede ser solidaria si se demanda a todos los participantes en la construcción.
Este ámbito temporal significa que los arquitectos pueden recibir reclamaciones años después de haber terminado sus proyectos, incluso cuando ya se han jubilado o han cambiado de actividad profesional. En estos casos, es importante que los arquitectos cuenten con un seguro de responsabilidad civil profesional que les cubra frente a estas posibles reclamaciones, tanto en lo que respecta a la indemnización como a la defensa jurídica.
Cómo pueden protegerse los arquitectos ante posibles reclamaciones
A pesar de seguir las medidas preventivas anteriores, los arquitectos no están exentos de sufrir posibles reclamaciones por parte de sus clientes, proveedores o terceros afectados por su actividad profesional. Estas reclamaciones pueden suponer un grave perjuicio económico o reputacional para los arquitectos, que pueden tener que hacer frente a indemnizaciones, multas o sanciones.
Por eso, es importante protegerse ante posibles reclamaciones, mediante acciones como contratar un seguro de responsabilidad civil profesional. Esta es la mejor forma de protegerse ante posibles reclamaciones, ya que estas pólizas cubren los daños materiales o personales, o los perjuicios económicos que puedan causar los arquitectos a sus clientes o a terceros por su actividad profesional. Este seguro se encarga de asumir el pago de las indemnizaciones que correspondan a los afectados, así como de ofrecer asesoramiento legal y defensa jurídica al arquitecto.
Otra forma de protegerse ante posibles reclamaciones es mantener una actitud proactiva y colaborativa ante cualquier incidencia o problema que pueda surgir en el desarrollo del proyecto. Esto implica comunicarse con los clientes o con los terceros afectados, buscar soluciones consensuadas y evitar confrontaciones innecesarias. De esta forma se puede prevenir o resolver muchos conflictos o reclamaciones sin llegar a instancias judiciales.
Por último, aunque esto ya es más complicado, estaría bien contar con un equipo jurídico especializado. Y es que, un equipo jurídico especializado en derecho de la construcción te puede asesorar sobre los derechos y obligaciones, y defender tus intereses ante cualquier conflicto o reclamación que pueda surgir en el desarrollo de su actividad profesional. En caso de reclamación de responsabilidad profesional, los seguros de responsabilidad civil para arquitectos cuentan con buenas coberturas de defensa jurídica. Estas garantías ponen a disposición de los asegurados equipos de abogados especializados en este tipo de riesgos. También algunas pólizas de RC arquitectos ofrecen la libre elección de los abogados.
Si necesitas un seguro de responsabilidad civil para arquitectos, en Aon somos especialistas en estas pólizas, contando con una gran experiencia en este sector.
Además, si te vas a jubilar o cesar tu actividad como arquitecto, hemos desarrollado también otras soluciones para asegurar las responsabilidades derivadas de las obras terminadas. Estos seguros de arquitectos permiten ayudarles en las negociaciones de indemnización con su empleador o para cerrar el negocio sin preocuparse por futuras reclamaciones. Si quieres más información sobre el seguro de responsabilidad civil o quieres solicitar presupuesto no dudes en contactar con nosotros.