Un siniestro es cuando sucede un imprevisto que produce daños que están cubiertos por algún seguro. Es decir, es un riesgo que estaba previsto en una póliza.

Si sucede, la compañía aseguradora tiene la responsabilidad de ofrecer la prestación establecida según el contrato para que los daños sean reparados de algún modo.

Se considera un solo siniestro todos los daños que sean provocados por la misma causa.

Ejemplos de siniestros

Las consecuencias de un siniestro pueden ser daños personales o materiales. Hay 3 tipos de daños según el tipo de pérdida:

  • Disminución del activo: cuando se destruyen total o parcialmente unos bienes. Por ejemplo, cuando un incendio causa daños en una casa o un accidente de coche que estropea el vehículo.
  • Aumento del pasivo: cuando hay que hacer un pago a terceros. Es un siniestro normal en los seguros de responsabilidad civil, se compensa un daño a terceros proporcionándole una cuantía económica.
  • No aumento del activo: cuando deja de obtenerse una ganancia. Por ejemplo, si por un hecho inesperado para la producción de un negocio.

Y dos tipos de daños según la intensidad del daño:

  • Siniestro parcial: cuando hay daños en el bien asegurado pero no ha quedado destruido.
  • Siniestro total: el bien queda totalmente destruido o el coste de repararlo es más alto que el valor del bien.

Cómo tramitar un siniestro

  1. Lo primero es reducir las posibles consecuencias, ya sea con medidas de salvamento o de contención.
  2. Notificar el siniestro. Esto es fundamental, debe hacerse cuanto antes siguiendo los procedimientos establecidos por la compañía. Recuerda que existen plazos para notificarlo, y hay que cumplirlos.
  3. Informar de todo a la compañía. Desde facturas hasta si el siniestro está cubierto por otro seguro.
  4. Intervención del perito. Es la persona que valora las consecuencias del siniestro, las causas y las soluciones. Realiza un informe para que la compañía sepa si debe cubrir el siniestro o no.
  5. Resolución: si las condiciones de la póliza efectivamente cubren el suceso tras el informe del perito, la compañía tiene que pagar la indemnización o reparar el daño, según lo establecido.

Diferencia entre siniestro y accidente

Un siniestro siempre es un daño causado sin querer que está contemplado en una póliza. Es decir, es un riesgo conocido y que se da por una causa evitable.

En el caso de los accidentes, nos referimos a un hecho causado por el azar, ajeno a nosotros. Por ejemplo, un accidente sería un daño causado por una tormenta que no esperamos.