El perro bulldog francés (conocido también como frenchie) es uno de los más populares en muchos hogares, y es que esta raza se caracteriza por ser muy hogareña, cariñosa y ofrecer la mejor compañía a toda la familia.
El bulldog francés proviene de Francia, como su nombre indica, y hay registros de su existencia desde el siglo XIX. Su aspecto físico es muy reconocible, sobre todo por sus orejas grandes y picudas parecidas a las de un murciélago.
¿Quieres conocer los detalles de la raza bulldog francés? Descúbrelos a continuación.
Características del perro bulldog francés
El bulldog francés tiene sus orígenes en el bulldog inglés (conocido también como bulldog, a secas) pero tienen muchas características que los diferencian. Se cree que la raza se originó del cruce del bulldog con los toy bulldogs de Gran Bretaña (una raza ya extinta).
El carácter del frenchie es amigable y casero, y necesita mucha atención. Le gusta que le mimen y que le hagan caso, aunque puede llegar a ser muy independiente si la situación lo requiere, por lo que es un buen perro para tener en casa.
Aunque no le gusta hacer deporte intenso (y de hecho, no es bueno por su anatomía y sus dificultades para respirar), debe salir a dar paseos para tener una buena salud mental y física. Si tienes un frenchie que nunca quiere salir de casa puede ser por uno de estos motivos.
Los frenchies son perros muy inteligentes, por lo que con un poco de refuerzo positivo y de disciplina podrás conseguir que aprendan las órdenes básicas fácilmente.
¿Cuál es el tamaño del frenchie?
El bulldog francés tiene un cuerpo musculado y muy elegante, y aunque su tamaño es pequeño en realidad pesa más de lo que parece. Puede ir de los 8 a los 14 kilos, aunque hay que tener en cuenta que el sobrepeso puede perjudicar a su salud. Tienen que comer poca cantidad pero muy a menudo. Si te interesa la alimentación canina, puedes leer el artículo “Tipos de alimentación para perros: cómo acertar”.
¿Cómo es el pelaje del bulldog francés?
Una de las cosas más características más curiosas de su piel son sus famosos pliegues, que no deben confundirse con exceso de piel o de grasa, pero no, simplemente forman parte de su anatomía. Es importante cuidar la higiene de esa zona.
Respecto al pelaje, el bulldog francés tiene un pelo corto y pegado al cuerpo que es muy fácil de mantener, con un cepillado de vez en cuando se apaña bien. Si quieres saber cómo cuidar a tu frenchie, descubre qué le hace feliz.
Enfermedades comunes del perro bulldog francés
El bulldog francés tiene una condición genética que hace que su nariz esté achatada y su cara sea plana, lo que le puede provocar dificultades respiratorias. Por tanto, algunas de las enfermedades más comunes que puede sufrir son:
- Síndrome Braquicefálico o SBC. Son alteraciones de la anatomía que provocan la obstrucción de las vías respiratorias y que solo se pueden arreglar a través de la cirugía. Se puede dar de 3 modos diferentes:
- alargamiento del velo del paladar
- estrechez de orificios nasales
- obstrucción de la tráquea
Además de ello, el frenchie puede sufrir otras enfermedades, como por ejemplo:
- Partos difíciles que deben ser asistidos por un profesional veterinario.
- Alergias, tanto a alimentos como en la piel.
- Colitis ulcerativa, una enfermedad del intestino grueso.
- Entropión, párpado doblado hacia el ojo.
- Problemas en las vértebras.
Aún así, el frenchie puede vivir muchos años feliz, y es posible que el motivo de acudir al veterinario no sea ninguna de las enfermedades típicas de la raza, sino accidentes inesperados.
Curiosidades del perro frenchie
- El bulldog francés apenas ladra, pero lo que sí hace (¡y mucho!) es roncar. Los ronquidos de esta raza son un clásico.
- No llevan bien el calor ni el ejercicio extremo, y hay que evitar exponerlos a ello, ya que su anatomía no es adecuada.
- Los frenchies se creen más grandes de lo que realmente son, por lo que pueden plantar cara a cualquier perro sin temor.
Si estás pensando en adoptar un bulldog francés puedes acudir a asociaciones como SOS Frenchie. Haz el test de adopción responsable antes de decidirte.
Recuerda que una forma de estar más tranquilo frente a los gastos veterinarios es contar con el seguro de Aon Seguro para Perros y Gatos.