El yoga es una práctica que tiene origen en la India, aunque sus efectos en cuerpo y mente son tan positivos que ya ha dado la vuelta al mundo, y hoy por hoy se practica en cada rincón del planeta.

Uno de los efectos conocidos más importantes es su efecto en la mejora postural y en la flexibilidad. Esto puede ser de gran ayuda para personas con enfermedades reumáticas, aunque la práctica del yoga en casos de enfermedad siempre debe estar supervisada por profesionales.

Pero no es necesario tener una enfermedad para practicar yoga: sus beneficios pueden darse en personas sanas que quieran encontrarse en forma, tener unas articulaciones sanas y corregir su postura corporal. Además de encontrar un equilibrio entre el cuerpo y la mente, claro.

¿Cuáles son los beneficios del yoga? ¿Cómo practicarlo correctamente? Sigue leyendo.

Los beneficios del yoga en las articulaciones y en la salud general

Como ya comentamos en este post, el dolor de espalda es tan común que se calcula que un 80% de la población sufrirá dolores de espalda alguna vez en su vida. Ya solo ese dato debería hacernos reflexionar sobre los hábitos y cuidados que dedicamos no solo a nuestra espalda, sino en general a nuestra postura.

El yoga tiene beneficios para las articulaciones y para la salud, estas son solo algunas:

  • Consigue una buena postura con la espalda recta como eje, lo que hace que se reparta el peso correctamente en el resto del cuerpo, protegiendo así las articulaciones.
  • Ablanda las articulaciones rígidas.
  • Deshace contracturas crónicas.
  • Fortalece los huesos.
  • Mejora el recorrido natural de las articulaciones.
  • Ayuda a conservar un peso saludable.
  • Mejora la circulación.

Un gran estudio de la Johns Hopkins Medicine reveló en 2015 que 1 de cada 5 personas con enfermedades reumáticas que practicaron yoga durante 8 semanas mejoraron su salud un 20%.

Además, se sabe que el yoga tiene beneficios a nivel integral: cuerpo, mente y respiración trabajando de forma consciente como uno solo.

¿Cómo practicar yoga correctamente? Algunos consejos para sacarle el máximo partido

Quizá te haya pasado alguna vez que has ido a una clase de yoga en el gimnasio y no has entendido nada. Suele pasar. El yoga es una actividad que tiene niveles, y también requiere de un seguimiento caso a caso para revisar que se hace correctamente.

Por eso, cuando damos una clase suelta en la que hay personas que ya lo han practicado antes y en la que no se habla de las bases, puede ser contraproducente para la salud.

Porque aunque el yoga parezca una actividad física sencilla y de bajo impacto, en realidad tiene más complejidad de lo que parece. Cada ejercicio de yoga tiene una finalidad, y si no se hace correctamente puede estar trabajándose una parte del cuerpo completamente distinta a la que se pretende trabajar.

Recuerda estas recomendaciones antes de practicar yoga:

  • Acude a una clase acorde a tu nivel y donde el profesional que lleve la sesión pueda prestar atención a tu caso y ayudarte a conseguir las posturas sin forzar y entendiendo tu anatomía.
  • Antes de comenzar la sesión, calienta las articulaciones.
  • Escucha a tu cuerpo: no fuerces, y para cuando lo necesites.
  • Busca un equilibrio entre esfuerzo y relajación.
  • Disfruta. No tiene sentido practicar un deporte solo por buscar una finalidad, como puede ser adelgazar o mejorar la forma física. Hay que practicarlo disfrutando del proceso.

Si además del yoga te interesa la meditación, sigue leyendo aquí.

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