¿Por qué arañan los gatos?

Si ya tienes experiencia en el cuidado de gatos probablemente ya estás familiarizado con este comportamiento. Pero, si por el contrario, se trata de tu primera mascota felina o estas acostumbrado a tratar con sus archienemigos (los perros), probablemente encuentres muchos de sus comportamientos de los más extraños.

Lo cierto es que con frecuencia comparamos a los perros con los gatos… pero esto una equivocación. Además de las diferencias evidentes entre las dos especies de animales, su introducción como animales domésticos se separa por miles de años.

El proceso de sociabilización del perro tuvo lugar mucho antes. Aunque existen varias teorías acerca de cuanto tiempo llevan los perros domesticados, la teoría que más se sostiene lo remonta cerca de 15.000 años.

A diferencia de los cánidos, los gatos se remontan a hace 10.000 años. Aunque en términos evolutivos, parezca una cantidad insignificante, si hablamos de domesticación; una espacio de 5.000 años marca profundamente la diferencia.

Esto ha influido en gran medida en el proceso de adaptación y coexistencia entre gatos y humanos. Sigue leyendo y descubre por qué arañan los gatos.

¿Porque arañan los gatos?

Lo que no debemos olvidar nunca es que un gato es un gato (al igual que pasa con los perros) y a veces les exigimos demasiado. Si cuando hablamos de que un gato arañe nos referimos a que nos araña a nosotros, nos adelantamos a decir que este comportamiento está en su naturaleza. Son respuesta a un estado emocional.

Si lo hace a veces, puede tratarse de un juego (alimentado de forma errónea de cachorro), de marcar su territorio, hacerte saber que algo le molesta o incluso alguna dolencia que le haga tener la tolerancia más baja.

“Si por el contrario, la frecuencia es muy alta, tendremos que tener en cuenta que algo va mal y será conveniente consultar con tu veterinario para tomar medidas.

Si tu gato lo que araña son los objetos, puede deberse a:

Ejercicio

Al igual que a nosotros nos gusta estirarnos al despertar, el ejercicio de arañar para un gato supone para él un momento de relajación al estirar las patas y la espalda. Al mismo tiempo, también lo usan como curiosidad y forma de juego.

Además, ciertas texturas y rugosidades se escapan a su control…y necesitan explorar al máximo esa superficie.

Territorio

A nivel territorial es más común cuando nuestro gato convive con otros animales. De esta forma, cuando araña superficies muy visibles es su forma de comunicar la pertenencia de un sitio concreto. Así, se sientes relajados y cómodos sabiendo que ese entorno es seguro.

Instinto

A nivel instintivo, al arañar mantienen sus uñas afiladas y en perfectas condiciones. Son un arma de ataque y de defensa.

Es decir, para los gatos no es una opción que sus uñas no estén listas para una buena batalla.

¿Cómo puedo ayudarlo?

Sabemos que la costumbre que tienen los gatos de arañar puede ser muy molesta y que afecte negativamente a nuestro bolsillo si no se toman las medidas suficientes.

Estas medidas no consisten en negarle la actividad de arañar, pero sí en dirigirla y proporcionarle un “entorno seguro que pueda desgarrar”.

Para ayudar a tu gato lo mejor que puedes hacer es comprarle un rascador (o varios), preferiblemente con estas características:

Estable: un buen rascador debe ser estable y que aguante sus embestidas ya que tu gato no tendrá piedad en aplicar toda su fuerza contra él.

Material preferido: Cuerda, cartón, madera o tejidos con moqueta. Lo cierto es que los gatos tienen las cosas claras en cuanto a sus preferencias.

Verticalidad: La orientación del rascador preferiblemente que sea en vertical, ya que la mayoría de los gatos lo prefieren.

Tamaño: El tamaño y la elevación también serán un aspecto importante a la hora de elegir el mejor rascador. Las preferencias suelen ser: superficies superiores a la de nuestro gato y elevados.

Además de proporcionarle juguetes y materiales adecuados, otras medidas que podemos tomar de forma activa son evitar castigarlo y entenderlo a él y a su naturaleza.

Ante la duda, lo mejor siempre es consultar con un veterinario para que te oriente bien, ya que después de ti probablemente sea quien mejor lo conozca.