Una de las formas de traer al mundo a un bebé es mediante la cesárea. Ésta es una intervención quirúrgica que consiste en extraer al bebé a través de una incisión en el abdomen y el útero de la madre. Se realiza cuando el parto vaginal no es posible o implica riesgos para la salud de la madre o el bebé. En este artículo te contamos cómo es la recuperación de una cesárea para la madre.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el porcentaje de cesáreas no debería superar el 15%, pero en muchos países se sobrepasa esta cifra por diversas razones. Debes tener en cuenta que la recuperación de una cesárea es un proceso que requiere tiempo y cuidados adecuados. Cada mujer es diferente y el tiempo de recuperación puede variar, y que es fundamental seguir las indicaciones médicas.

Cuidados de la herida

La herida de la cesárea es una incisión que atraviesa varias capas de tejido y que se cierra con puntos o grapas. Es normal que durante los primeros días se sienta dolor, molestia, tirantez e inflamación en la zona. Para aliviar estos síntomas, se pueden tomar analgésicos y antiinflamatorios recetados por el médico, así como aplicar frío local y mantener una buena higiene, sobre todo en la zona de la incisión.

La herida debe lavarse con agua y jabón neutro una o dos veces al día, secarse con una gasa estéril y cubrirse con un apósito limpio. Se debe evitar el uso de cremas, pomadas, alcohol o agua oxigenada, ya que pueden irritar o infectar la herida. También se debe evitar el roce de la ropa, el cinturón del coche o el portabebés con la herida.

Los puntos o grapas se retiran entre los 7 y los 10 días después de la cesárea, según el criterio del médico. Es importante acudir a las revisiones periódicas para comprobar que la herida cicatriza correctamente y que no hay signos de infección. Si presenta síntomas como enrojecimiento, calor, pus, mal olor o fiebre, se debe consultar con el médico de inmediato.

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Alimentación

La alimentación es un factor clave para la recuperación de una cesárea. Ésta puede ayudar a regenerar los tejidos, a prevenir el estreñimiento, a favorecer la lactancia y a recuperar la energía. Se recomienda seguir una dieta equilibrada, variada y rica en nutrientes, especialmente en proteínas, hierro, vitamina C, zinc y fibra. Algunos alimentos que se pueden incluir son: carnes magras, pescados, huevos, lácteos, legumbres, cereales integrales, frutas, verduras, frutos secos y semillas.

También es importante beber abundante agua y otros líquidos, como infusiones, caldos o zumos naturales, para mantener una buena hidratación y facilitar la eliminación de los líquidos retenidos. Se debe evitar el consumo de alcohol, café, té, refrescos, alimentos procesados, fritos, picantes o con mucha sal o azúcar, ya que pueden interferir con la cicatrización, la lactancia o el tránsito intestinal.

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Apoyo emocional

El último punto del que queremos hablar en la recuperación de una cesárea es del apoyo emocional. Muchas mujeres pueden sentirse tristes, decepcionadas, culpables o frustradas por no haber tenido el parto que deseaban o por no poder atender a su bebé como quisieran. Estos sentimientos son normales y comprensibles, pero no deben ignorarse ni minimizarse.

Es fundamental contar con el apoyo de la pareja, la familia, los amigos o los profesionales sanitarios, que puedan ofrecer ayuda práctica, comprensión, afecto y respeto. También es beneficioso establecer un vínculo afectivo con el bebé, mediante el contacto piel con piel, la lactancia, el método canguro o el masaje infantil. Estas prácticas favorecen la liberación de oxitocina, la hormona del amor, que ayuda a reducir el estrés, el dolor y la depresión postparto.

Asimismo, se recomienda cuidar de sí misma, dedicar tiempo a actividades placenteras, descansar lo suficiente, evitar las comparaciones, las críticas o las presiones, y buscar información y asesoramiento sobre la cesárea y sus consecuencias. Si los síntomas emocionales son intensos, persistentes o interfieren con el funcionamiento diario, se debe consultar con el médico o con un psicólogo, ya que podría tratarse de un trastorno del estado de ánimo postparto.

En definitiva, la recuperación de una cesárea es un proceso que requiere paciencia, cuidados y apoyo. La mujer debe seguir las recomendaciones médicas, cuidar de la herida, alimentarse correctamente y recibir apoyo emocional. De esta manera, podrá recuperarse de forma óptima y disfrutar de su maternidad. ¿Tienes dudas sobre la maternidad y los seguros de salud? no dudes en llamarnos. Si estás planteándote contratar un seguro médico, en Aon somos especialistas en seguros de salud. Te ofreceremos las mejores ofertas en pólizas que se adaptan a tus necesidades y las de tu familia. Déjanos tus datos y te asesoraremos sin ningún compromiso.

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