La salud mental es una parte de la salud general a la que a veces no prestamos suficiente atención. A veces, la vida nos pone a prueba, y es en estos momentos en los que debemos decidir si necesitamos ayuda para manejar los problemas emocionales o si podemos lidiar con ellos nosotros mismos. Nos solemos preguntar cuándo ir al psicólogo, si es un buen momento… Independientemente de si te ha pasado algo o no, nunca está de más ir al psicólogo como complemento a nuestra salud física, sin necesidad de que nos haya ocurrido nada.
En cualquier caso, hay señales que nos indican que estamos en el momento de visitar a un especialista. Y es mejor no ignorarlas:
10 señales que indican cuándo ir al psicólogo
1. Estás experimentando una gran cantidad de estrés: tienes una gran cantidad de estrés, ansiedad o depresión. El trabajo, la rutina y las cargas pueden ser muy fuertes. Si sientes que el estrés te está superando (ansiedad incluida) o que no puedes controlar tus emociones, es hora de comenzar a buscar ayuda.
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2. Te cuesta hacer frente a la vida diaria: si te sientes abrumado por las responsabilidades de la vida diaria, como el trabajo, el cuidado de los niños o las tareas del hogar, entonces es la hora. Puede ser difícil encontrar un equilibrio entre la vida laboral y la vida personal, y un profesional puede ayudarte a encontrar una solución.
3. Estás luchando para lidiar con los cambios: la vida está llena de situaciones difíciles (una separación, un divorcio, un traslado de ciudad o una enfermedad o una pérdida). En estos casos, cuando estamos desorientado, hay gente que nos puede ayudar a lidiar con ello, encontrar maneras de manejar la situación y sentirte mejor.
4. No eres capaz de controlar tus emociones: si estás sintiendo una variedad de emociones intensas, como ira, tristeza o ansiedad, un profesional puede ayudarte a identificar los patrones de pensamiento y comportamiento que están contribuyendo a estas emociones y ayudarte a desarrollar estrategias para controlarlas.
5. Sientes falta de motivación: ¿Te cuesta salir de la cama y te invade una falta de motivación para hacer las cosas que solías disfrutar? Puede ser que estés experimentando un principio de depresión sin saberlo. Y siempre es mejor prevenir que curar.
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6. No puedes dormir: hay infinidad de motivos por los que se puede perder la capacidad de conciliar el sueño. Si tienes insomnio o te despiertas varias veces durante la noche, entonces debes encontrar la causa (bien física o bien mental). Un profesional puede ayudarte a identificar los factores desencadenantes que están contribuyendo a tu problema de sueño y ayudarte a encontrar maneras de mejorar tu calidad de sueño.
7. Estás experimentando una pérdida de interés: puedes buscar ayuda si consideras que te está dejando de interesar todo lo que antes te interesaba. La buena noticia: se puede solucionar con la ayuda indicada.
8. Ya no tienes confianza en ti mismo: ¿sientes que nada va bien? ¿Crees que no puedes hacer nada bien? Aquí un secreto: sí puedes. Un profesional puede ayudarte a comprender por qué estás sintiendo esta pérdida de confianza y trabajar contigo para recuperarla.
9. Estás luchando para mantener relaciones saludables: si estás luchando para mantener relaciones saludables con tus seres queridos y te resulta imposible, un psicólogo podría ayudarte a manejarte mejor en esas situaciones. Te ayudará a identificar los patrones de comportamiento y pensamiento que están contribuyendo a tus problemas de relación y ayudarte a encontrar maneras de mejorarlas.
10. Lo peor: la pérdida de esperanza. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde pero muchos sabemos que no es así. Lo primero y más importante es no sentirse culpable y lo segundo saber que todo tiene solución. Si estás sintiendo que no hay luz al final del túnel y que no hay manera de salir de esta situación, entonces puede ser el momento de buscar ayuda. Un profesional puede ayudarte a identificar los pensamientos y comportamientos que están contribuyendo a tu pérdida de esperanza y ayudarte a encontrar maneras de recuperarla.
Busca ayuda
Cada persona vive en un contexto diferente, y su entorno, sus habilidades individuales o sus circunstancias vitales, pueden ser un gran impedimento para cuidar de tu salud mental. Si este es el caso, es crucial pedir ayuda a personas de confianza, o mejor aún, a profesionales con los que hacer terapia y recibir el mejor apoyo. Con el tiempo podemos ir adquiriendo nuevas herramientas psicológicas y emocionales para afrontar las dificultades que se nos presenten.
Estas son algunas pautas básicas que debemos integrar en nuestra vida, en la medida de lo posible, para gozar de una buena salud mental Si has notado alguna de estas señales, entonces es hora de buscar ayuda profesional. Un psicólogo puede ayudarte a comprender mejor tus emociones y tus pensamientos, y trabajar contigo para encontrar maneras de mejorar tu salud mental y emocional. Ten en cuenta que buscar ayuda no es una señal de debilidad, sino una señal de que estás dispuesto a luchar por tu salud y bienestar.
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