8 horas al día deberían ser suficientes para llevar a cabo todas las tareas laborales que tenemos por delante, pero no siempre es así. De hecho, es habitual que los trabajadores acaben haciendo horas extra para poder llegar a realizar todas las tareas que tienen por delante.

¿A ti también te pasa? ¿Quieres cambiar tu manera de trabajar para conseguir que sea más productiva y menos estresante? Te ayudamos.

¿Qué es el estrés en el trabajo?

El estrés laboral se produce cuando un trabajador percibe que las exigencias a las que está sometido no están equilibradas con sus recursos físicos y mentales.

No es lo mismo el estrés que la presión. Hablamos de presión cuando nos referimos a un nivel de exigencia razonable, ya sea autoimpuesta o externa. Demasiada exigencia sí puede conducir a una situación de estrés, y la ausencia total de esa exigencia también.

Es decir, que el estrés aparece cuando no tenemos recursos para afrontar la exigencia o presión.

El estrés en sí no es una enfermedad, pero puede desencadenar una gran cantidad de enfermedades físicas y mentales.

Factores de riesgo de tener estrés laboral

Existen riesgos psicosociales definidos que pueden conducir a situaciones de estrés. Están relacionados con la organización del trabajo, las relaciones laborales, los recursos, las necesidades y las expectativas.

Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, son las siguientes:

  • No poder afrontar una exigencia excesiva: ya sea por falta de tiempo, de capacidades, de formación, por presión emocional, perfeccionismo…
  • Exposición a riesgos físicos
  • Falta de autocontrol y/o autonomía
  • Diseño de las tareas: si son repetitivas, poco estimulantes….
  • Apoyo insuficiente
  • Relaciones problemáticas (que pueden incluir acoso y violencia)
  • Problemas con los roles y responsabilidades
  • Mala gestión de los cambios, sentir que existe falta de información
  • Falta de equilibrio entre la vida laboral y personal

Cómo mejorar la productividad para optimizar el tiempo

Una de las causas más comunes del estrés en el trabajo es la falta de tiempo para poder cumplir con la exigencia. En este post te damos algunas herramientas para optimizar tu productividad y aprovechar el tiempo de trabajo:

  1. Cuidado con la autoexigencia. Aunque parezca que la exigencia siempre viene de fuera, la mayoría de veces es interna.
  2. Sé realista con el tiempo que te lleva cada cosa. “Esto solo me lleva un minuto”. “Lo tienes en 5 minutos”. Estas y otras frases parecidas son habituales, pero son percepciones poco realistas. Solo en comenzar a hacer una tarea es común que se necesiten 5 o 10 minutos. Las tareas más pequeñas pueden llevar 15 minutos perfectamente, no estimes por debajo.
  3. Una cosa cada vez. Durante mucho tiempo se ha elogiado la capacidad de poder hacer varias cosas a la vez. Ahora los estudios desmienten que esto sea productivo. Es mejor concentrarse en una cosa cada vez: según la American Psychological Associattion se puede perder un 40% del tiempo pasando de una actividad a otra.
  4. No interrumpas a otros y no permitas las interrupciones. No tener la capacidad de autocontrol a la hora de interrumpir a otros supone una pérdida de tiempo para ambas partes. Antes de pedir algo urgente, reflexiona y piensa si realmente lo es.
  5. Utiliza herramientas como Pomodoro. Sirve para tener momentos de concentración y otros de descanso, de modo que cuando estás en uno de trabajo no puedes despistarte con nada: ni móvil, ni otras tareas, ni hablar con nadie… nada que no sea hacer la tarea que tienes por delante.
  6. Practica el Mindfulness. La atención plena también se puede aplicar en el entorno laboral.

Si quieres saber más…

La Organización Internacional del Trabajo es una de las entidades que ha prestado especial atención al problema, y que ha señalado que se trata de un problema colectivo. Puedes leer el informe al completo aquí.

Además, puedes seguir leyendo consejos si te encuentras desmotivado aquí.

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