La motivación es una pieza fundamental en nuestra autorrealización. Sirve de motor para que tengamos ganas de hacer planes, trabajar de forma productiva o realizar cualquier cosa que nos propongamos.

Entonces, ¿por qué cuesta tanto mantener la motivación? ¿Sientes que necesitas recuperar la motivación? Te ayudamos en este post.

Qué es la motivación y por qué es tan importante

La motivación es la energía, la actitud positiva y las ganas que nos impulsan para conseguir una meta. Es un impulso que nos mantiene felices y concentrados en conseguir algo o disfrutar de algo.

La motivación es también muy personal. Hay personas que se sienten motivadas cuando reciben elogios por parte de los demás, otras que anteponen la satisfacción personal de conseguir un resultado independientemente del refuerzo externo. Las motivaciones de cada persona se construyen a lo largo de su vida, cambian y se adaptan a las circunstancias.

En la adolescencia una motivación puede ser estudiar para aprobar, mientras que en la edad adulta la motivación puede ser simplemente el placer de aprender.

Por qué nos desmotivamos y cómo evitarlo

La mayor fuente de desmotivación suele tener una causa común: el aburrimiento. Realizar una tarea repetitiva a lo largo de un periodo largo de tiempo en la que ya no se siente un aprendizaje ni ningún placer suele terminar en desmotivación. Pero no es la única manera de desmotivarse.

A continuación vamos a enumerar las causas más comunes de la desmotivación y posibles soluciones:

  • Aburrirse y sentir que ya no se aprende nada → Muy común al desempeñar un trabajo. Cuando pasa la fase de aprendizaje puede comenzar el estancamiento y la desmotivación como consecuencia. La solución pasa por asumir nuevas funciones, ponerse nuevos retos y pasar a nuevas metas como optimizar, mejorar y delegar.
  • Tener una actitud derrotista o de continua queja → Rodearse de personas optimistas e intentar cambiar la actitud. Hay que tratar de ver posibles soluciones en vez de enquistarse en los problemas.
  • Poner objetivos inalcanzables → Dividir los objetivos en pequeñas metas alcanzables y poner el foco en lo que se consigue en vez de pensar en lo que queda por hacer.
  • Recordar los objetivos y los motivos de hacer algo → Un error común es perder de vista las motivaciones. Una manera de solucionarlo es escribir en cartulinas que estén a la vista los motivos de lo que hacemos para tenerlo presente.

Recuperar la motivación y la ilusión

Ten en cuenta que la motivación no es un estado continuo: se pasan rachas más motivadas que otras. Puedes probar algunas cosas para recuperarla, como las siguientes:

  • Descansa. Muchas veces no es desmotivación, sino falta de fuerzas.
  • Aprende. Tener retos y aprendizajes es una de las mayores fuentes de inspiración.
  • Comparte. Es más fácil motivarse cuando trabajas en equipo o tienes metas grupales.
  • Disfruta. No te centres solo en conseguir un objetivo, valora el camino recorrido hasta llegar a él. El mindfulness puede ayudarte.

Si sientes que hace mucho que no estás motivado puedes consultar con un psicólogo que te dé herramientas adaptadas a ti. Puedes contar con un seguro de salud que incluya la psicoterapia aquí.

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