Tener un gato en casa y cuidar de un gato es una de las experiencias más gratificantes. Son cariñosos, juguetones y también muy independientes, lo que les hace una compañía estupenda para aquellas personas que no pasan muchas horas en casa.

¿Estás pensando en adoptar un gato o quieres consejos para mejorar la convivencia con el tuyo? Entonces sigue leyendo.

Qué equipamiento se necesita para cuidar un gato

Te recomendamos que consigas un equipamiento básico para el cuidado de un gato. Aquí tienes un listado:

  • Una cama y un lugar donde pueda cobijarse (como una manta suave). Probablemente le guste estar cerca de una ventana para poder observar a través de ella qué pasa en la calle o en el exterior.
  • Un arenero, que sea lo suficientemente grande para que no tenga problema a la hora de hacer sus necesidades. El arenero debe ser una caja que contenga arena específica para gatos.
  • Comedero y bebedero: es preferible que no sean de plástico, ya que los gatos tienen una gran sensibilidad a los olores. El bebedero es mejor ponerlo separado al comedero, e incluso tener varios por la casa.
  • Un rascador: los gatos tienen que mantener sus uñas en buen estado, y si no tienen un rascador puede que las afilen en cualquier mueble de la casa. Desde pequeño hay que educarlo para que utilice el rascador.
  • Juguetes: hay muchos que les van a divertir, desde una caña de pescar con un ratón a una pelota. Van a disfrutar mucho jugando.
  • Peine: si desde pequeño se acostumbra a que lo peinen, será mucho más sencillo. Con un cepillado semanal se evitan las bolas de pelo en el estómago, lo que le va a ahorrar mucho malestar.

¿Qué cuidados necesita un gato en casa?

Hay tres cosas fundamentales que debemos proporcionarles: una buena alimentación, facilidades y ayuda con el aseo y sobre todo: ¡atención! Aunque los gatos sean independientes son exploradores y juguetones por naturaleza.

Cuidados los primeros días

Lo primero que va a necesitar cuando llegue por primera vez a tu casa será un espacio tranquilo para él. Elige una habitación que le pueda servir para aclimatarse, la más tranquila que tengas para que pueda adaptarse rápidamente.

Deja allí la cama, la manta, el agua y la comida. Además, no cerca de estos elementos pero sí en la misma habitación tienes que poner el arenero, en un rincón donde no se sienta observado. Deja también algunos juguetes como ratones o plumeros y el rascador. Que tenga todo a mano.

Los primeros días hay que ir socializando con él poco a poco, sobre todo para jugar sin invadir su espacio. Cuando el gato empiece a recibirnos al entrar y a demostrarnos gestos cariñosos, podemos empezar a dejarle investigar nuevos lugares de la casa.

Por supuesto, cada gato es un mundo. Lo importante es que los primeros días observes mucho su comportamiento y consultes con el veterinario cualquier actitud rara que observes.

Educar a un gato

Cuando ya esté instalado, comienza la educación del felino. Normalmente no necesitan muchas indicaciones, pero sí hay que enseñarles buenos modales.

La manera es sencilla: con el refuerzo positivo. Si hacen algo bien, hay que premiarlos. Lo que mejor funciona con los gatos normalmente es acariciarlo y prestarle atención o darle una chuche.

Si hace algo mal hay que atajar la situación (si se puede). Por ejemplo, si está en un sitio en el que no debe estar se le puede mover o emitir un ruido un poco más fuerte, siempre mostrando indiferencia ante lo malo y cariño ante lo bueno.

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