Partimos de la base de que lo normal es que un perro muerda, porque usan la boca para todo. Los cachorros utilizan la boca para jugar, para descubrir, para pelear… es algo que va en su naturaleza, y no se trata de anular o inhibir la mordida, sino de controlar la mordida.

Los cachorros aprenden a controlar la mordida de forma natural en sociedad: si convive con su madre o con sus hermanos, entre ellos se regularán la mordida unos a otros. A ser posible, es mejor adoptar al cachorro cuando ya haya cumplido los 2 meses, y preferiblemente a los 3 meses. De modo que tenga la oportunidad de aprender en sociedad a controlar su mordida.

No te enfades si el cachorro te muerde, porque es algo normal. Tu responsabilidad es enseñarle los límites en su mordida, a controlar la potencia y dónde puede morder y dónde no. Por ejemplo: debe saber que no nos puede morder en la cara o que no puede morder nunca a una persona.

Qué hacer en el momento en que tu perro te muerde con demasiada fuerza

  • Establece una señal clara de molestia. Un “auch” o la palabra que quieras, pero sin gritar. Acompáñalo alejándote con tu postura corporal.
  • Inmediatamente después de la señal, hay que parar inmediatamente el juego. Es la forma de que comprenda que eso que acaba de hacer no está bien. No interactúes con él en aproximadamente un minuto.
  • Paciencia, no le regañes ni le grites. Los cachorros no entienden nuestras normas, y no van a entender nuestros castigos.

Es importante controlar las emociones en este proceso. Actúa con calma y firmeza.

Consejos para controlar la mordida de los cachorros

  • Debe aprender a responder a la acción “suelta”. Más que nada por seguridad, porque hay cosas que puede morder (como un cable o comida en mal estado) que puede ser peligroso para su salud.
  • Cuida tus emociones. Tu expresión corporal es muy importante para él, mucho más que las expresiones verbales que utilices. Demuestra tranquilidad y control.
  • No sobreexcites demasiado al cachorro. Si jugamos gesticulando mucho, o haciendo de rabiar al cachorro, perderá un poco el control y dejará de escucharte. Además, si está sobreexcitado morderá con más fuerza. Una manera de rebajar la excitación es jugando en intervalos pequeños de 5 o 10 minutos y parando para descansar, de modo que pueda bajar su energía.
  • Socializa al cachorro con perros estables, y deja que se marquen entre ellos (siempre vigilando y parando si la situación se descontrola). No comiences socializando sin saber con qué perros se juntan, elige bien sus primeras interacciones.
  • Dale alternativas al aburrimiento. Muchas veces muerden porque no tienen otra cosa que hacer. Puedes darles juguetes que les estimulen la mordida y que eviten que muerdan objetos de la casa o personales.
  • Enséñale a tolerar la frustración. Será muy importante en su crecimiento.

Controla el juego entre niños y cachorros. Asegúrate de que el perro ya controla su mordida. La responsabilidad es siempre del adulto. Además, hHay que enseñar al niño a controlar su energía con el perrito y a tratarlo con cuidado. No dejes que jueguen solos y tampoco que lo hagan cuando el perro esté nervioso.

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