Los gatos son más difíciles de comprender que los perros, su naturaleza de supervivencia les hace inhibir las emociones siendo complicado reconocer cuando están enfermos, por ejemplo. Es por ello, que es importante aprender el lenguaje de los gatos, y reconocer ciertas posturas para poder, al menos, tener una idea de cómo se encuentra y qué necesita.
¿También vives con un perro? Te invitamos a que leas «Aprende a identificar los gestos de tu perro»
Interpreta los gestos corporales de tu gato
Para ayudarte a entender a tu gato puedes fijarte en la cola, que será una buena señal de comunicación, los movimientos de la cola de los felinos distan mucho de los movimientos de los canes. Tienen otra interpretación.
Posición de la cola gato en movimiento
- Muy baja o metida por las patas: Tristeza, miedo, temor.
- Alta, pero con la punta en forma de gancho: Amigable, pero con ciertas dudas sobre ti.
- Alta y vibrando: Muy contento de verte.
- Alta y recta: Confianza y curiosidad.
- Alta y relajada: Familiaridad y dispuesto a jugar.
Posición de la cola del gato, sentado
- Con el extremo de la cola da pequeños golpes: Alerta o muestra interés.
- Con la cola realiza amplios movimientos de izquierda a derecha: irritable o intranquilo. También podría tener hambre, recuerda nuestro artículo «¿Cuántas comida debo darle a mi gato?»
Posición que muestra su malestar o agresividad ¡Cuidado!
- Con la cola muy alta y erizada: Se siente amenazado o en peligro, puede atacar o huir.
- Cuerpo curvado, cola erizada y orejas hacia atrás, a punto de atacar para defenderse ante una situación de peligro inminente.
Posición tumbada
- Si está tumbado mostrando la panza, es que significa que confía 100 % en ti y quiere jugar y que lo acaricies.
A continuación, adjuntamos esta infografía para que identifiques mejor los gestos de tu gato.
Señales de que tu gato está enfermo
Es seguro que tu afán por comprender a tu gato, sea también motivado para saber cuándo está mal o se siente enfermo. Algunos de los gestos o señales son:
- Cambio de comportamiento brusco. Por ejemplo, se aísla en una habitación durante un tiempo anormal, cambios en la comida y horas de sueño.
- Irritabilidad o agresividad sin motivo. Una caricia que antes le gusta, puede ser el detonante de un agresión o malestar, que antes no sucedía.
- Deambulación: Si te el gato camina en casa como si estuviera perdido o desorientado.
- Movimientos repetitivos o inusuales: Cabeza de lado, temblor, rascado o lamido constante, etc.
Es obvio que situaciones como ver a tu gato vomitar, llorar, observar un mal aspecto de las heces, orinarse fuera de la caja de arena o por la casa…, son síntomas de que, efectivamente, está enfermo y debes de ir cuánto antes a tu veterinario.
En Aon Seguro para Perros y Gatos sabemos que amas a tu gato, y que quieres lo mejor para él ofreciéndole una buena vida. Es por ello que queremos tenderte un mano con las facturas veterinarias en caso de accidente o enfermedad, para que el dinero no sea una preocupación. ¿Necesitas más información? Te contestamos a tus preguntas frecuentes aquí.
