No existe una receta exacta para ser feliz. Si fuera tan fácil como seguir unas pautas, todo el mundo llevaría una vida plena. Pero aunque alcanzar la felicidad no sea algo sencillo, llevar una vida más tranquila y más agradable sí lo es. Porque, al final, la felicidad completa no existe: es una suma de buenos momentos, sensaciones agradables, objetivos cumplidos y por cumplir y tener la capacidad de valorar y disfrutar de lo que se tiene.

Si quieres conocer el decálogo de qué puedes hacer para tener una vida más feliz, sigue leyendo.

Valora qué es importante y agradece lo que tienes

A veces no sabes priorizar y gastas energía en asuntos que no son realmente importantes. Piénsalo bien y decide qué te aporta más, y dedica tiempo a la gente que quieres y a hacer cosas que te gustan. Sin presión, solo por el placer de hacerlas.

También es importante ser agradecido con lo que tienes, sin pensar todo el tiempo en lo que te falta.

Sé positivo

No todo va a salir bien, siempre, pero intenta ver el lado bueno de las cosas. Sonríe, y recibirás sonrisas. Busca la solución a los problemas de forma proactiva, sin quejarte de todo y por todo y lograrás resultados mucho mejores. Además, apasionarte por las cosas ayuda a superar mejor las dificultades y te anima a seguir adelante.

Come bien

No te obsesiones por lo que comes, ya sabes qué es lo principal:

  • Come suficiente, ni mucho ni poco, no te des atracones ni alargues sin sentido los ayunos.
  • Come de todo, pero en especial alimentos poco procesados y de temporada, controlando la sal y el azúcar, acuérdate de que el mejor líquido es el agua y disfruta de unas preparaciones variadas y apetecibles.
  • Da ejemplo a los tuyos y acércate lo más posible a una dieta mediterránea.

Cuida tu cuerpo

No tanto por lo que opinen los demás, sino por ti mismo. Haz el ejercicio que mejor se adapte a tus gustos, horarios y posibilidades. No te quedes en el sofá sin hacer nada, pero tampoco es necesario que seas olímpico. Recuerda que todo cuenta, desde subir andando al tercer piso, aparcar algo más lejos o bailar con tus amigos.

Descansa correctamente

Dormir no es perder el tiempo. Tu cuerpo lo necesita para reponer energía y para asentar los conocimientos.

Hazlo en un lugar oscuro, ventilado, tranquilo, que esté a unos 21 grados y en silencio. No te abrigues demasiado, pero intenta no pasar frío. Cena pronto y ligero, alimentos que estimulen la producción de serotonina como lácteos, carnes magras o cereales integrales. Evita estimular tu cerebro con dispositivos electrónicos antes de dormir.

Aléjate del tabaco y de las drogas y modera el alcohol

El tabaco es responsable de muchas enfermedades que ponen en serio riesgo tu vida futura. Anímate a olvidarte definitivamente de él.

El alcohol forma parte de nuestras celebraciones, pero ya sabes que proporciona muchas calorías vacías y puede perjudicar al hígado y a los riñones, así que consúmelo con cabeza y ni lo pruebes si estás embarazada o vas a conducir. Déjalo para ocasiones muy puntuales, tu cuerpo te lo agradecerá.

Ve al médico cuando lo necesites

No somos inmunes a enfermar, así que cuando necesites ir al médico no te hagas el valiente. Los medicamentos que te sean prescritos te ayudarán a mejorar, pero nunca te automediques.

Realízate las revisiones que necesites, tanto por edad, por seguimiento de alguna dolencia, como por preparación antes de una prueba deportiva.

Piensa en los demás

No estás solo en el mundo, así que mira de forma empática a los que te rodean y aprende a compartir. Te devolverán mucho más que lo que das, tenlo por seguro. Conecta con tu comunidad, participa en grupos y equipos y socialízate. Esto te ayudará a subir tu autoestima y a emprender tus proyectos con más seguridad.

Ponte objetivos alcanzables

Si todas tus metas son imposibles te frustrarás muy rápido. Sé más listo y piensa en retos que sí puedas conseguir y que sean cercanos como hacer un mini viaje, salir a cenar, ver un partido de tu equipo favorito… la felicidad está hecha de momentos, y no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita.

Relájate

Tómate las cosas con más calma. Practica yoga, o pilates, o meditación, o simplemente relájate saliendo a pasear al campo y dando un grito. Respira, reflexiona y para un momento, para ser consciente del ahora, del aquí y continuar más despacio pero con más fuerza.

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