Desafíos de la gestión del agua y el consumo responsable en los edificios residenciales

Desafíos de la gestión del agua y el consumo responsable en los edificios residenciales

El agua es un recurso vital para la vida humana y el medio ambiente, pero también es un bien escaso y limitado que requiere una gestión eficiente y sostenible. En los edificios residenciales, el consumo de agua representa una parte importante de los gastos comunes y de la huella ecológica de las comunidades de vecinos. En este artículo vamos a contarte los desafíos que tienen las comunidades de vecinos en la gestión del agua y el consumo responsable.

Y es que, es importante y necesario adoptar medidas que permitan reducir el consumo de agua, mejorar su calidad y evitar su desperdicio.

Beneficios de una gestión eficiente del agua en las comunidades de vecinos

Una gestión eficiente del agua y  un consumo responsable en los edificios residenciales tiene múltiples beneficios, tanto económicos como ambientales y sociales para las comunidades de vecinos.

Ahorro de dinero

Al reducir el consumo de agua, se disminuye el importe de las facturas y se evitan posibles sanciones por exceso de consumo o por incumplimiento de la normativa vigente. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio medio del agua en España en 2020 fue de 2,06 euros por metro cúbico, lo que supone un incremento del 1,5% respecto al año anterior. Si se consigue reducir el consumo medio por persona, que según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) fue de 132 litros diarios en 2019, se puede ahorrar una cantidad significativa al final del año.

Ahorro de energía

Por otro lado, si consumimos menos agua, también se reduce el consumo de energía asociado al bombeo, calentamiento, tratamiento y depuración del agua. Según el MITECO, el sector residencial consume el 17% de la energía final en España, y el 6% de esa energía se destina al uso del agua. Al reducir el consumo de agua caliente, que supone el 80% del consumo energético del agua en los hogares, se puede ahorrar hasta un 30% de la energía utilizada para este fin.

Protección del medio ambiente

Con un menor consumo de agua en las comunidades de vecinos también se contribuye a preservar los recursos hídricos disponibles, a evitar la contaminación de los ecosistemas acuáticos y a mitigar los efectos del cambio climático. Según la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), España es uno de los países más vulnerables a la escasez y al estrés hídrico en Europa, con una media anual de precipitaciones inferior a la media europea y una alta variabilidad interanual e interregional.

Al reducir el consumo de agua, se reduce también la presión sobre los recursos hídricos superficiales y subterráneos, que son esenciales para el mantenimiento de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. Además, al consumir menos energía, se reduce también la emisión de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.

Mejora de la salud

Otro beneficio de reducir el consumo de agua en la comunidad es que se reduce el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, se mejora la calidad del aire interior y se favorece el bienestar de los habitantes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua contaminada puede causar más de 50 enfermedades diferentes, como diarrea, cólera, hepatitis o tifus.

Al consumir menos agua, se reduce también la generación de residuos orgánicos e inorgánicos que pueden afectar a la calidad del agua y a su tratamiento posterior. Además, al consumir menos energía, se reduce también la contaminación atmosférica que puede provocar problemas respiratorios o cardiovasculares. Por último, al consumir menos agua, se favorece también un estilo de vida más saludable y consciente.

Mejora de la imagen

Por último, queremos destacar que, al consumir menos agua, se proyecta una imagen de responsabilidad social y ambiental, que puede generar confianza y fidelidad entre los vecinos y los posibles compradores o inquilinos. Según un estudio realizado por Nielsen, el 81% de los consumidores globales considera que las empresas deben ayudar a mejorar el medio ambiente. Al consumir menos agua, se demuestra un compromiso con el desarrollo sostenible y se contribuye a mejorar la reputación y el valor del edificio y de la comunidad de vecinos.

Medidas para reducir el consumo de agua

Como venimos comentando, el agua es un bien escaso que requiere una gestión eficiente y un consumo responsable. Existen diversas medidas que pueden implementarse para reducir el consumo de agua en las comunidades de vecinos, tanto a nivel individual como colectivo. Entre las medidas más efectivas nosotros queremos destacar las siguientes:

Instalar dispositivos ahorradores de agua

Esta medida consiste en instalar elementos en los grifos, duchas, inodoros o lavadoras para reducir el caudal o el volumen de agua que se utiliza. Por ejemplo, los aireadores, los reductores de presión, las cisternas de doble descarga o las lavadoras con carga frontal. Estos dispositivos pueden ahorrar hasta un 50% del consumo de agua sin afectar al confort o a la funcionalidad.

Mantenimiento y reparación de fugas

Otra medida importante es llevar un correcto mantenimiento de la red de aguas del edificio que nos ayude a prevenir posibles fugas y averías. Así nos será más fácil detectar y solucionar cualquier problema que pueda provocar una pérdida o un mal uso del agua. Por ejemplo, los grifos que gotean, las tuberías que pierden, las válvulas que no cierran o los contadores que no funcionan correctamente. Estas fugas y averías pueden suponer hasta un 20% del consumo de agua y generar daños materiales o molestias a los vecinos.

En este sentido, una de las novedades más relevantes en los seguros para comunidades de vecinos es que, ya hay pólizas que incluyen una garantía que cubre el exceso de consumo de agua. Y es que, esto puede suponer un incremento considerable de la factura del agua para la comunidad de vecinos. Una garantía que cubre entre 1.500 y 2.000 euros ante el consumo excesivo de agua como consecuencia de una fuga de una tubería comunitaria oculta.

Reutilizar el agua

Otra medida que se está utilizando mucho en las comunidades de vecinos que cuentan con piscina, por ejemplo, es la de reutilizar el agua. Así aprovechamos el agua que ya ha sido utilizada para otros fines que no requieran una calidad elevada. En el caso de las piscinas, se instala una pequeña depuradora que filtra el agua y la reutiliza para que su consumo sea mucho menor. Estas prácticas pueden ahorrar hasta un 30% del consumo de agua y contribuir a la conservación del ciclo hidrológico.

Sensibilizar y educar

Por último, pero no por ello menos importante, queremos destacar la importancia que tiene concienciar y formar a los vecinos sobre la importancia del ahorro y el uso responsable del agua. Por ejemplo, mediante campañas informativas, talleres formativos, carteles recordatorios o incentivos económicos.

Estas acciones pueden generar un cambio de actitud y de hábitos en los usuarios, que pueden adoptar medidas sencillas como cerrar el grifo mientras se cepillan los dientes, ducharse en lugar de bañarse, regar las plantas por la noche o utilizar el lavavajillas y la lavadora solo cuando estén llenos.

El papel de los seguros de comunidades en la gestión del agua

Los seguros de comunidades son un instrumento clave para garantizar la seguridad y el bienestar de los vecinos y sus propiedades ante posibles riesgos o imprevistos relacionados con el agua.

Daños por agua: los seguros cubren los daños materiales causados por escapes, roturas, inundaciones o filtraciones de agua en las zonas comunes o privadas del edificio. También cubren la responsabilidad civil derivada de estos daños frente a terceros afectados. Estos daños pueden suponer un coste elevado para la comunidad y para los propietarios, además de generar molestias e incomodidades a los vecinos.

Exceso de consumo de agua: cómo ya hemos comentado, es una de las principales novedades en los seguros para comunidades de vecinos. Ahora hay pólizas que cubren entre 1.500 y 2.000 euros ante el consumo excesivo de agua como consecuencia de una fuga de una tubería comunitaria oculta.

Responsabilidad medioambiental: los seguros para comunidades también pueden cubrir las indemnizaciones o sanciones que puedan derivarse por la contaminación o el deterioro del medio ambiente causados por el agua. Por ejemplo, por vertidos accidentales, fugas de depósitos o incumplimiento de la normativa. Estas situaciones pueden suponer una responsabilidad legal para la comunidad y para los propietarios, además de generar un impacto negativo en el entorno natural y social.

Asistencia técnica: los seguros ofrecen servicios de asesoramiento, mantenimiento, reparación o sustitución de los elementos relacionados con el agua. Por ejemplo, los contadores, las tuberías, los grifos, las cisternas o las bombas. Estos servicios pueden facilitar la prevención y la solución de posibles problemas relacionados con el agua, además de mejorar la eficiencia y el ahorro del consumo de agua.

En definitiva, la gestión del agua y el consumo responsable en los edificios residenciales son desafíos que requieren la implicación y la colaboración de todos los agentes involucrados: administradores, propietarios, inquilinos y proveedores. Los seguros de comunidades son un aliado indispensable para facilitar esta tarea y para proteger los intereses y los derechos de las comunidades de vecinos.

Por ello, es conveniente contar con un seguro adecuado a las características y necesidades de cada edificio y revisarlo periódicamente para adaptarlo a las posibles variaciones o novedades que puedan surgir. En Aon somos especialistas en seguros para comunidades de vecinos y contamos con una gran experiencia en este sector. Buscamos la póliza que mejor se adapte a las necesidades de cada comunidad, si quieres más información o presupuesto sin compromiso no dudes en contactar con nosotros.