Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, un tercio de las mujeres padece dolores menstruales. Sobre todo se da en mujeres jóvenes y sin hijos, aunque afecta a todas las edades.

En este post vamos a tratar la dismenorrea primaria, es decir, el dolor causado por el periodo. Se consideran cólicos secundarios aquellos cuyo dolor tiene como causa un trastorno y no la menstruación en sí misma (como puede ser la endometriosis).

A pesar de que la menstruación puede resultar molesta, no debería provocar un dolor incapacitante. En caso de ser así, es necesario consultar con profesionales médicos para que determinen si el origen del dolor es otro.

Cómo es el dolor menstrual y causas

Los cólicos menstruales son muy variables según la mujer. Normalmente afecta a la zona pélvica, pero se puede sentir también en las piernas y producir dolores de cabeza e incluso náuseas y vómitos.

Estos dolores aparecen cuando se desprende la capa interna del útero (endometrio). Para que esto pase, el cuerpo segrega una sustancia llamada prostaglandina, que produce contracciones uterinas. Si existe un desequilibrio de dicha sustancia aparecen los cólicos.

Si tienes un dolor menstrual muy fuerte e incapacitante, acude al médico o ginecólogo. Ten en cuenta que, según la asociación Endomadrid, entre el 10% y el 15% de las mujeres en edad fértil padecen endometriosis. Y sin embargo la mayoría no están diagnosticadas, ya que se da por hecho que el dolor menstrual es normal.

Cómo aliviar la dismenorrea

Hay cada vez más estudios acerca del dolor menstrual. Algunas de las conclusiones sobre maneras de tratar el dolor son:

  • Ejercicio físico, que tiene efecto analgésico. En este post te contamos cómo hacer deporte en casa sin coste.
  • Yoga: hay indicios de que determinadas posiciones del yoga pueden ayudar con los dolores menstruales, por lo que su práctica habitual puede ser beneficiosa.
  • Calor en la zona: las bolsas de agua o los sacos de calor pueden aliviar la zona tras 15 minutos.
  • Medicamentos antiinflamatorios. También hay estudios que señalan las hormonas anticonceptivas como solución al dolor, pero es necesario hablar con un médico y tener en cuenta todos los efectos secundarios antes de tomar la decisión de utilizarlas.
  • Regular el consumo de tabaco, alcohol y cafeína.
  • Realizar cambios en la dieta. Hay alimentos como el chocolate, el plátano, los frutos secos o el brócoli que mejoran el dolor por los nutrientes que contienen.

Fuente: Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos

Si tras probar diferentes métodos sientes que el dolor sigue siendo demasiado intenso, recuerda que es importante acudir al ginecólogo. En Aon Salud te podemos ayudar a encontrar un seguro de salud que cubra tus necesidades para estar bien atendida.

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