Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios en comunidades de vecinos

Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios en comunidades de vecinos

Los incendios son uno de los riesgos más graves que pueden afectar a una comunidad de vecinos, tanto por los daños materiales que pueden causar como por las posibles consecuencias para la salud y la seguridad de los vecinos. Por eso, es fundamental contar con unas instalaciones de protección contra incendios adecuadas y cumplir con el reglamento que las regula. En este artículo vamos a hablar sobre el reglamento de instalaciones de protección contra incendios en comunidades de vecinos.

Reglamento de instalaciones de protección contra incendios

El Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) es el conjunto de normas técnicas que establecen las condiciones y requisitos que deben cumplir las instalaciones destinadas a prevenir, detectar y extinguir los incendios en los edificios. El RIPCI se aprobó mediante el Real Decreto 513/2017, de 22 de mayo, y entró en vigor el 12 de junio de 2017, sustituyendo al anterior reglamento de 1993.

El RIPCI se estructura en dos partes: la primera comprende el Reglamento propiamente dicho, que contiene las disposiciones generales, administrativas y de control; y la segunda, constituida por tres anexos, que contienen las disposiciones técnicas sobre el diseño, la instalación, el mantenimiento y los medios humanos mínimos que deben tener las empresas instaladoras y mantenedoras.

Este reglamento tiene como objetivo garantizar la calidad y la eficacia de las instalaciones de protección contra incendios, así como su correcto mantenimiento y conservación. Para ello, el RIPCI clasifica las instalaciones según su tipo y su uso, y establece las obligaciones y responsabilidades de los diferentes agentes implicados: fabricantes, instaladores, mantenedores, usuarios y administraciones públicas.

Además de contar con una instalación de protección contra incendios en la comunidad de vecinos, es importante tener contratado un seguro de comunidad que incluya la cobertura de incendios, que es una de las más contratadas en seguros para comunidades de vecinos

Tipos de instalaciones de protección contra incendios

El Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios distingue entre dos tipos de instalaciones de protección contra incendios: las activas y las pasivas.

Instalaciones activas de protección contra incendios

Las instalaciones activas son aquellas que actúan directamente sobre el fuego o sobre sus efectos para evitar su propagación o extinción. Algunos ejemplos son los extintores, los hidrantes, los rociadores, los detectores o las alarmas.

Instalaciones pasivas de protección contra incendios

Las instalaciones pasivas son aquellas que limitan el riesgo de incendio o sus consecuencias mediante elementos constructivos o materiales que impiden o retrasan la propagación del fuego o facilitan la evacuación. Algunos ejemplos son las puertas cortafuegos, los sellados, los revestimientos o las señales.

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Instalaciones contra incendios en la comunidad de vecinos

La normativa vigente se basa en el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) y en el Código Técnico de la Edificación y su Documento Básico de Seguridad. Estos documentos establecen los requisitos mínimos que deben cumplir las comunidades de propietarios según las características de sus edificios.

Y es que, cada tipo de instalación tiene unas características y unas normas específicas que deben cumplirse según el uso y la categoría del edificio. Por ello, las instalaciones contra incendios que debe tener una comunidad de vecinos dependerán del tipo y uso del edificio, así como de su superficie y altura. No obstante, algunas de las instalaciones más habituales son:

  • Extintores portátiles: son dispositivos que contienen un agente extintor que se proyecta sobre el fuego mediante una presión interna. Deben estar ubicados en lugares accesibles y señalizados, y tener una capacidad adecuada al tipo de fuego que puedan combatir. Su número y distribución dependerá del riesgo de incendio y de la superficie a proteger.
  • Bocas de incendio equipadas (BIE): son tomas de agua situadas en las zonas comunes del edificio, provistas de una manguera, una lanza y una válvula. Permiten a los bomberos atacar el fuego con agua a presión. Su número y ubicación dependerá del tipo y altura del edificio, así como de la longitud máxima de la manguera.
  • Sistemas automáticos de detección y alarma: son dispositivos que detectan la presencia de humo, calor o llamas en el edificio y activan una señal acústica y/o luminosa para alertar a los vecinos. También pueden comunicarse con los servicios de emergencia o con otros sistemas de protección contra incendios. Su instalación dependerá del uso y riesgo del edificio.
  • Sistemas automáticos de extinción: son sistemas que aplican un agente extintor sobre el fuego de forma automática cuando se detecta un incendio. Pueden ser de agua (rociadores o sprinklers), gas (CO2, FM-200, etc.) o polvo (ABC, BC, etc.). Su instalación dependerá del uso y riesgo del edificio.
  • Señalización de emergencia: son carteles o dispositivos luminosos que indican las salidas de emergencia, las vías de evacuación, los puntos de encuentro o los equipos de protección contra incendios. Deben estar visibles en todo momento y cumplir con las normas UNE-EN 1838 e ISO 7010.
  • Puertas cortafuegos: son puertas que impiden o retrasan la propagación del fuego entre diferentes zonas del edificio. Deben tener una resistencia al fuego adecuada al tipo y uso del edificio, así como un sistema de cierre automático. Su instalación dependerá del diseño del edificio y del Código Técnico de la Edificación (CTE).

Todas estas instalaciones deben ser diseñadas, instaladas y mantenidas por empresas autorizadas por la Dirección General de Industria de la comunidad autónoma correspondiente. También deben someterse a inspecciones periódicas cada 10 años por organismos de control autorizados, salvo en algunos usos que tienen un plazo mayor o menor. Por otro lado, deberán reemplazar los elementos de protección cuando caduquen o se deterioren.

Además, las comunidades de vecinos son responsables de cumplir con la normativa de protección contra incendios y de garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones. De esta forma, se protege la vida de las personas y se minimizan los daños materiales en caso de incendio.

Todas las medidas son obligatorias para todas las comunidades de propietarios, pero especialmente para aquellas que cuenten con garajes, ya que son lugares con mayor riesgo de incendio. Además, los edificios antiguos deben adaptarse a la normativa actualizada antes de que finalicen los plazos establecidos.

Beneficios del Reglamento de Protección Contra Incendios

El adecuado cumplimiento del RIPCI supone una serie de beneficios para las comunidades de vecinos, entre los que se pueden destacar:

  • Aumenta la seguridad y la protección tanto del edificio como de sus ocupantes frente al riesgo de incendio.
  • Reduce el impacto ambiental y económico que puede suponer un incendio, al minimizar los daños materiales y las pérdidas humanas.
  • Facilita el cumplimiento de otras normativas relacionadas con la seguridad contra incendios, como el Código Técnico de la Edificación o el Reglamento de Seguridad Privada.
  • Mejora la imagen y el valor del edificio, al contar con unas instalaciones de calidad y eficacia contrastada.
  • Se evitan posibles conflictos o reclamaciones derivados de un incendio o de un mal funcionamiento de las instalaciones.

Como ves, el RIPCI es un reglamento que afecta directamente a las comunidades de vecinos y que tiene como finalidad garantizar su seguridad y protección frente al riesgo de incendio. Por eso, es importante conocerlo y cumplirlo, así como contar con un seguro adecuado que cubra los posibles daños que pueda ocasionar un incendio. En Aon somos especialistas en seguros para comunidades de vecinos y te ofrecemos las mejores soluciones para que vivas tranquilo y protegido. ¡Contacta con nosotros y te informaremos sin compromiso!