La COVID-19 llegó en 2020 de forma inesperada y nos dejó fuera de juego: la humanidad ha pasado unos meses muy difíciles y ha demostrado una capacidad de resiliencia nunca vista antes. 

Ha sido un tiempo de miedo, de dolorosas pérdidas, y de parar nuestra vida. Pero la llegada de la vacuna ha arrojado un poco de luz a todo esto, y en este post vamos a repasar lo que sabemos sobre las vacunas contra la COVID-19.

Recuerda siempre consultar fuentes oficiales, aquí puedes revisar las últimas noticias del Gobierno de España.

La importancia de la vacuna para cuidarte y cuidar a los demás

Hoy por hoy sabemos que esta enfermedad, que al principio era desconocida, se transmite principalmente a través de las gotículas respiratorias o aerosoles que emitimos al respirar, al hablar, al toser, al estornudar… especialmente en los lugares cerrados y con mala ventilación. 

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Lo más común es que se transmita de una persona a otra, y las mascarillas han jugado un papel fundamental para contener la enfermedad. Pero eso no quiere decir que la distancia social y las mascarillas sean una solución: son solo una forma de contener la propagación.

El objetivo de la vacunación es proteger de forma individual a cada persona dando herramientas a su sistema inmunológico, de modo que si la infección llega el cuerpo puede defenderse de ella.

Las vacunas sirven para que el organismo genere anticuerpos contra la enfermedad y le pueda hacer frente sin dificultad.

Pero la vacuna no beneficia solo a quien la recibe. La vacuna ayuda a frenar la transmisión comunitaria, por lo que una persona vacunada será una persona con riesgo muy bajo de pasar la enfermedad a otra persona.

Vacunarse no es obligatorio, pero es un gesto que nos acerca a la normalidad, por lo que merece mucho la pena. Es una forma de protegerte y proteger a los demás.

Tipos de vacunas por grupo de edad

Todas las vacunas que se administran tienen en común su fin, que es actuar contra una proteína del virus (proteína S), que se encarga de unir el virus con la célula del cuerpo humano.

Existen tres tipos de vacunas:

  • ARN mensajero (Pfizer, Moderna y CureVac). Esta vacuna es totalmente nueva, y está basada en ofrecer a nuestro cuerpo un ARN mensajero que da instrucciones a nuestro cuerpo para que las células puedan fabricar las proteínas S.
  • Vectores víricos (AstraZeneca y Janssen). La vacuna incorpora un virus inofensivo que lleva información sobre las proteínas S.
  • Basadas en proteínas (Novavax y Sanofi/GSK). Una vacuna que tiene directamente fragmentos de proteína S.

Ninguna es mejor que otra, y cualquiera de las que se inoculan han pasado todos los controles habituales sanitarios regulados por las Agencias Reguladoras de Medicamentos. Se han realizado estudios y pruebas suficientes para que sean totalmente seguras.

Se utiliza una u otra en función de la eficacia por grupo de edad. España actualmente tiene a gran parte de la población vacunada, y sobre todo ha conseguido inmunizar a los grupos de riesgo, que como sabemos son las personas de mayor edad.

Ahora el reto está en vacunar a las personas más jóvenes y conseguir acabar con el virus. Entre todos, ¡lo conseguiremos!